jueves, 29 de octubre de 2009



"¡Sanctum Sepulcrum adjuva!"
Jerusalén es un símbolo cultural y religioso para musulmanes, judios y cristianos. En tiempos de las Cruzadas, los cristianos respondieron a la llamada de la intolerancia propiciada por una minoría que utilizaba la religión como instrumento de confrontación y enfrentamiento político permanente entre las diversas comunidades. Desgraciadamente y a la vista está que las tensiones político-religiosas no han disminuido con la creación y reconocimiento del Estado de Israel, sino mas bien al contrario. El olvido de la Comunidad Internacional para promover la creación de un Estado Palestino, condicionado intencionadamente por la renuncia del pueblo palestino a la ciudad de Jerusalén y satisfacer así las demandas del Estado de Israel por un lado, junto a la nula voluntad y capacidad política de los gobernantes de Oriente Próximo, que actuan, como es el caso del gobierno Israelí, de forma totalmente desproporcionada frente a las acciones terroristas de grupos minoritarios, que continuamente estan siendo alimentados, con nuevos adeptos, precisamente por esas operaciones de castigo llevadas por las tropas del gobierno Israelí contra la población civil, provocando muerte y destrucción, mancillando así el honor y la virtud de Tierra Santa.
La minoría cristiana existente hoy en Palestina, en Israel, sufre también las consecuencias de esos enfrentamientos militares de ataques incivilizados y desproporcionados actos de barbarie contra la población civil, especialmente ancianos, mujeres y niños. Convertir Jerusalen en capital universal de las tres grandes religiones de libro: musulmana, judia y cristiana debería ser el objetivo principal de toda la Comunidad Internacional. Tres culturas, tres religiones compartiendo Reino y la Capital de Jerusalen. La tierra de Palestina, espíritu de Israel y el sueño de Jerusalen se ha convertido desde hace mucho tiempo y recientemente en un baño de sangre permanente, que parece no tener fin, siendo foco de tensión bélica que enfrenta en la trastienda intereses económicos neoliberales y neocapitalistas de los distintos paises y empresas del mundo, comenzando por la industria armamentística, asi pues pretendemos denunciar esto, ya que queremos y debemos frenar y poner fin al derramamiento de sangre y al enfrentamiento bélico existente entre todos los habitantes de la tierra de Palestina bajo ese sueño de Paz que debe ser Jerusalén, en el cual musulmanes, judios y cristianos vivan juntos en Paz y prosperidad, sin enfrentamiento, ni derramamiento de sangre.

Tomada Jerusalén por Saladino, y aunque el reino murió, continuó vivo en las mentes de los cristianos que vivían apiñados y temerosos a lo largo de la costa de Palestina. A sus ojos, la ciudad perdida era más tangible que nunca por estar ya perdida. El Jerusalén conquistado estaba despojado de toda ambigüedad. Una ciudad perdida, como una tumba vacía, era más real que nunca, más atrayente, porque resultaba ser un sueño inalcanzable.Expulsados los cristianos, despues de las Cruzadas, durante la Edad Media, Jerusalen había dejado de ser un lugar en la geografía pues se había convertido en un lugar en el Corazón de los Hombres. Nuestra voluntad es invitar a compartir la Capital de la Humanidad entre todos los hombres de buena voluntad y por tanto entre musulmanes, judios y cristianos. Oh Jerusalen, Jerusalen!

miércoles, 28 de octubre de 2009


Código Templario

Los que son soldados del Temple son soldados de Dios.
Como tales deben siempre andar con Dios y ser más que simples mortales.
Deben conducirse con humildad y ser los más honorables, los más nobles, los más corteses, los más honestos y los más caballerosos.
El templario debe servir a la Orden y no esperar ser servido por ella.
Que lo que colabore lo haga en servicio de Dios y no debe esperar recompensa salvo el saber que con ello honra a la Orden por su devoción.
El templario no debe causar a ninguna criatura herida o daño, sea esta una criatura humana u otra, sea por ganancia, placer o vanidad.
Al contrario, el templario debe intentar llevar la justicia a todos aquellos que no la reciben porque todos son hijos de Dios y a todos a concedido Dios el don de la vida.
Ante todos los seres el templario debe demostrar caballerosidad, cortesía y honestidad, teniendo presente que son testigos de Dios.
Un templario debe vivir cada día como un crítico del día anterior, de esta manera cada nuevo amanecer será un paso hacia una mayor nobleza.
Ningún templario deberá ofender de forma alguna a una persona u otro ser.
Para todos el templario debe ser un ejemplo de caballerosidad.
Ninguna mujer deberá temer nada de un templario, ni de sus palabras ni de sus acciones.
Ningún niño deberá padecer tampoco ese temor.
Ningún hombre, no importa cuan rudo sea, deberá temer a un templario.
Donde hay debilidad allí el templario debe llevar su fuerza.
Donde no hay voz allí el templario debe llevar la suya.
Donde están los más pobres allí el templario debe distribuir su generosidad.
Un soldado del temple no puede estar esclavizado por creencias sectarias u opiniones estrechas. Dios es la verdad y sin Dios no hay verdad.
El templario debe siempre buscar la verdad porque en la verdad está Dios.
Jamás un templario debe deshonrar a otro, porque dicha conducta le deshonrará a él y llevará descrédito a la Orden.

domingo, 1 de marzo de 2009

miércoles, 18 de febrero de 2009