domingo, 29 de enero de 2012

LOS 23 BLAZONES(ESCUDOS)DE LOS MESTRES DEL TEMPLE.

ESCUDO DE HUGHES DE PAYNS

ESCUDO DE ROBERT DE CRAON

ESCUDO DE EVERAD DES BARRES

ESCUDO DE BERNARD DE TREMELAY

ESCUDO DE ANDRE DE MONTBARD

ESCUDO DE BERTRAND DE BLANCHEFORT

ESCUDO DE PHILIPPE DE MILLY

ESCUDO DE EUDES DE SAINT-AMAND

ESCUDO DE ARNALDO DE TORROJA

ESCUDO DE GERARD DE RIDEFORT

ESCUDO DE ROBERT DE SABLE

ESCUDO DE GILBERT HERAIL

ESCUDO DE PHILIPPE DU PLAISSIS

ESCUDO DE GUILLAUME DE CHARTRES

ESCUDO DE PEDRO DE MONTAIGU

ESCUDO DE ARMAND DE PERIGORD

ESCUDO DE RICHARD DE BURES

ESCUDO DE GUILLAUME DE SONAC

ESCUDO DE RENAUD DE VICHIERS

ESCUDO DE THOMAS DE BERARD

ESCUDO DE GUILLAUME DE BEAUJEU

ESCUDO DE THIBAUD GAUDIN
ESCUDO DE JACQUES BERNARD DE MOLEY.
LOS MESTRES DEL TEMPLE :



HUGUES DE PAYNS

1er Maestre del Temple

Hugo de Payns (1070-1136).Nació en el Castillo de Payns cerca de Troyes y murió en Palestina. Fundador de la Orden del Temple y 1er. Maestre de la misma.

Participo en la I Cruzada, formando parte del ejército de Godofredo de Bouillon.

En Jerusalén, creo la Orden de los Pobres Compañeros de Cristo.

Con la ayuda de Balduino y el Patriarca de Jerusalén, regresa a Francia, donde obtiene la amistad y los favores de Bernardo de Claraval. Participo en el Concilio de Troyes (1128), de donde salieron los estatus de la nueva Orden del Temple, redactados bajo los dictados de Bernardo de Claraval.

Hugo de Payns, sirvió en el ejército de Godofredo de Bouillon durante la Primera Cruzada. Fundó en Jerusalén la orden que más tarde se convertiría en el Temple, e hizo que fueran aprobados sus estatutos en el Concilio de Troyes, en 1128.

Dirigió la Orden desde la creación en 1115 hasta su muerte 1136, consiguiendo posicionarla como una influyente institución militar y financiera internacional.

ROBERT DE CRAÓN

2º Maestre del Temple



Conocido también con el sobrenombre de "El Borgoñón", era el segundo hijo del señor de Craón y estaba prometido. La aparición de la Orden dio un cambio radical a su vida, abandona títulos, propiedades y prometida, ingresa en el temple y parte hacía Palestina.

Participa en la II Cruzada. Destaca por sus dotes organizadoras y militares demostrando gran valor en el combate. Estas cualidades a la postre le valdrían para ser investido segundo Maestre de la Orden. Al frente de esta Robert de Craón adopta la Cruz de Ocho Beatitudes y convierte a la Orden como la autentica organizadora de los Estados Latinos.

Durante su Maestrazgo consigue qué el Papa Inocencio II el 29 de marzo de 1.139, emita la bula "Omne Datum Optimum", que excluye a los Templarios del pago de impuesto y de la jurisdicción episcopal.

Derrota al emir de Alepo y se enfrenta a los turcos en la batalla de Técua, no obstante no es capaz de hacerse con el control de la estructura militar.

EVERAD DES BARRÉS

3º Maestre del Temple



Everard des Barrés dirige la Orden desde 1.147 hasta 1.151, fecha en la que abdica para ingresar en la Orden del Cister. Gran caballero, valiente, enérgico y muy religioso. Antes de ser nombrado Maestre era el Preceptor de la Orden en Francia. Durante la II Cruzada tiene que actuar para salvar al rey de Francia Luís VII, entablando una buena amistad que ejercerá una gran influencia sobre el rey. Everard des Barrés abraza la vida monástica de Clairvaux y abdica en 1.151 a pesar de las presiones de los Templarios para que continuase en el cargo. Muere en 1.174.

BERNARD DE TREMELAY

4º Maestre del temple



Bernard de Tremelay era el comendador de Dole, y fue Maestre de la Orden desde junio de 1.151 a 16 de agosto de 1.153.

Bernard participó en la reconstrucción de Gaza que les había encomendado Balduino III.

Murió luchando en la batalla de Escalón, cuando consiguieron abrir una brecha en la muralla, Bernard y un grupo de Templarios, plenos de coraje penetraron y fueron emboscados y asesinados.

ANDRÈ DE MONTBARD

5º Maestre del Temple



Andrè de Montbard (1.103-1.156). Uno de los nueve fundadores y tío de San Bernardo, lo que facilitó el interés de este en la propuesta y desarrollo del Concilio de Troyes, en 1.154 es elegido Maestre de la Orden hasta su muerte el 17 de octubre de 1.156. Fue uno de los personajes que más influencia tuvo en la creación de la Orden del Temple. Su elección supuso un acto de independencia de la Orden frente a las pretensiones de Luís VII rey de Francia por controlar la Orden y forzar al Capitulo, a la elección de un Maestre afín a sus intereses. El Capitulo, respeto escrupulosamente las reglas y se eligió al Senescal Andrè de Montbard.

BERTRAND DE BLANCHEFORT

6º Maestre del Temple



Bertrand de Blanchefort (1.109 - 2 de enero de 1.169). Hombre muy religioso y dotado de una gran estrategia militar. Fue hecho prisionero por Nur ed-Din en el Valle de Jacob y liberado tras dos años de prisión, merced al rescate pagado por el Emperador bizantino Manuel I Comneno. Participa en la expedición a Egipto, que dirigía el rey de Jerusalén Amalrico I. tiene que abandonar la expedición contra Egipto, para ponerse al mando de las fuerzas Templarias y Cruzadas que defendían Antioquia y Trípoli del ataque lanzado por Nur ed-Din. En 1.165 es vencido en la batalla de Harens.

Las relaciones con Almarico I rey de Jerusalén, se resienten por la intolerancia y estupidez del rey de apresar a 12 Templarios que custodiaban una fortaleza, cuando era inútil cualquier tipo de resistencia. Y por política de rey, partidario de romper el tratado de paz, firmado por el Templario Geoffroy de Foulcher. La ruptura del tratado y comienzo de las hostilidades, terminó con la derrota, dándole la razón que el rey le negó.

PHILIPPE DE MILLY

7º Maestre del Temple



Philippe de Milly o Nablus, Maestre desde 1.169 hasta 1.171. Nació en Tierra Santa, concretamente en Nablús. Era noble y terrateniente y permuta con el rey de Jerusalén Balduino III, sus tierras de Nablús por las de Montreal.

Defendió la zona de Gaza, frente a los ataques de Salah ed-Din (Saladito) y acompañó a Almalrico I a Constantinopla, donde volvió a tener disensiones estratégicas, y presentó su dimisión en 1.171.

EUDES DE SAINT-AMAND

8º Maestre del Temple



Eudes (Odón) de Saint-Amand (1.171-1.179), ya desde joven desempeño un papel importante en Palestina. Dotado de un gran espíritu combativo forjado en la batalla, coraje y estrategia, consigue ser nombrado Mariscal del Temple en Jerusalén y Vizconde.

Como los anteriores Maestres también tiene enfrentamientos con el rey Amalrico I, cuando este le exige que le entregue al Caballero Templario Gantier du Mesnil, acusado de asesinar a un mensajero de la secta de los Hassassins o Asesinos (Comedores de Hachis), al frente de la cual estaba Hasan Ib Sabbah más conocido como El Viejo de la Montaña, a lo que Saint-Amand se opone.

A la muerte del rey Amalrico I le sucede Balduino IV. La consabida debilidad del rey es aprovechada por Salah ed-Din, que en no tardar le presenta batalla en Escalón. El ejército musulmán presenta una diferencia numérica de diez a uno. El ejército cristiano comandado por Eudes de Saint-Amand y ochenta Templarios, tiene el apoyo de unos trescientos caballeros cruzados y poco más de dos mil efectivos de infantería. La derrota estaba anunciada, pero Saint-Amand vuelve a demostrar su estrategia y bravura. Los Templarios lanzan un ataque que logra desarbolar las defensas de Salah ed-Din, rompiendo su estrategia y haciendo cundir el pánico. Salah ed-Din aprendía rápido de sus errores y al año siguiente, ataca por sorpresa el vado de Jacob, provocando la retirada del ejercito cristiano, donde solo los Templarios y los hospitalarios presentaron batalla hasta la muerte, exceptuando al Maestre que fue capturado y hecho prisionero para ser intercambiado por un sobrino de Salah ed-Din, rehén de la Orden.

Eudes de Saint-Amand se opuso y murió en cautiverio.

ARNALDO DE TORROJA

9º Maestre del temple



Arnaldo de Torroja (1.180-1.184). Aragonés, primer Maestre español de la Orden, curtido en la Reconquista de España, donde desempeña un papel importante como Maestre de Aragón y Provenza. Elegido Maestre General de la Orden, se encuentra desconocedor de la problemática que existe en la Ciudad Santa, donde los hospitalarios sienten cada vez más envidia hacia el Temple, por la cada vez, mayor influencia y poder de la Orden del temple. Arnaldo que es un gran negociador, lo que unido a su avanzada edad, le hace inclinarse a intentar alcanzar soluciones negociadas entre ambas Ordenes. Para lo cual solicita la mediación de Balduino IV y del Papa Lucio III.

Su etapa como Maestre está marcada por los problemas que el loco y exaltado fanático Reynald de Chatillón ocasiona, con sus incursiones mercenarias rompe los tratados de paz con Salah ed-Din. Temeroso del ataque musulmán viaja a Europa en compañía del Maestre de la Orden de San Juan del Hospital, para solicitar refuerzos o una nueva Cruzada que les permita contener el ataque de Salah ed-Din.

Ya no regresará a Tierra Santa, pues muere en Verona el año 1.184.

GERARD DE RIDEFORT

10º Maestre del Temple



Gérard de Ridefort Maestre del Temple desde 1.185 hasta 1.189. De origen flamenco, sin lugar a dudas puede considerarse el peor Maestre que tuvo la Orden. Se une a la II Cruzada y entabla amistad con Raimundo de Trípoli, acordando un matrimonio de conveniencia con Lucía de Botrun, que a la fin terminaría frustrado. Esto convierte a Gérard de Ridefort en un acérrimo enemigo de Raimundo III. Apoyo a Guy de Lusignan a conseguir la corona de Jerusalén en detrimento de Raimundo III. Fue partidario de la línea de enfrentamientos con Salah ed-Din. Uno de los culpables de la derrota en la batalla de los Cuernos de Hattin, es apresado por Salah ed-Din junto con sus amigos Guy de Lusignan y Reynald de Chatillón a quien Salah ed-Din degolló personalmente. Todavía hoy se desconoce por qué fue liberado Gérard de Ridefort. Murió en 1.189 delante de San Juan de Acre.

ROBERT DE SABLÉ

11º Maestre del Temple



Robert de Sablé (1.191-1.193). Después de la derrota de los Cuernos de Hattin, el cargo de Maestre de la Orden estuvo vacante, mientras se reformaron las medidas disciplinarias de la Regla, para evitar así de esa manera actuaciones como la de Gérard de Ridefort.

Robert de Sablé, participa en la toma de San Juan de Acre y combate al lado de Ricardo Corazón de León en la batalla de Arsuf.

GILBERT HÉRAIL

12º Maestre del Temple



Gilbert Hérail (1.191-1.1193). Fue partidario de respetar la línea de armisticios con los musulmanes, conseguida esta por Ricardo Corazón de León, se tiene que enfrentar a la dura línea de los hospitalarios y obedecer las equivocadas órdenes del Papa Inocencio III.

Para ello, no dudan en acusar de traición al temple, el tiempo les daría la razón demostrando que la estrategia que pretendía seguir era la correcta.

Los sinsabores de Tierra Santa se ven recompensados con los éxitos cosechados en la Cruzada Española.

PHILIPPE DU PLAISSIS

13º Maestre del Temple



Philippe du Plaissis (1.201-1.208). Nacido en Anjou, ingresa en la Orden durante el transcurso de la III Cruzada. Intenta restablecer la paz con los hospitalarios y firma diversos acuerdos de cooperación. La situación en Tierra Santa es catastrófica y a ello se viene a unir la aparición de la Peste en 1.201, y en 1.202 se agrava considerablemente con un terremoto que afecta a la mayoría de las estructuras. Se producen nuevas discrepancias entre el Temple y el Hospital, a la sazón por las diferentes treguas firmadas con los musulmanes, lo que origina la intervención del Papa Inocencio III.

GUILLAUME DE CHARTRES

14º Maestre del Temple



Guillaume de Chartres (1.210-1.219), hijo del conde de Bar-sur-Seine, se ignora su fecha de nacimiento así como la vida que llevó hasta su elección como Maestre en el año 1.210. Apoya la coronación de Juan de Brienne como rey de Jerusalén. Participa con sus Templarios en la V Cruzada. Una epidemia de peste acaba con la vida de muchos cruzados entre los que se encuentra el Maestre Guillaume que fallece en febrero de 1.219. Otro éxito importante conseguido por el Maestre fue en 1.211 la recuperación del Castillo de Gastein, que había sido tomado por los musulmanes en 1.190 y conquistado por el rey de la Pequeña Armenia y después de un arbitraje papal es devuelto a los Templarios.

PEDRO DE MONTAIGU

15º Maestre del Temple



Pedro de Montaigú (1.219-1.230). Segundo Maestre español y segundo de origen aragonés. Fue elegido Maestre de la Orden durante el sitio de Damieta en 1.218. Sin embargo fue informado bastante después de su elección, ya que en noviembre de 1.228 todavía firma como Prefecto de Provenza y de España, se conservan muchas actas de su Maestrazgo. Rechazo acompañar en 1.229 al rey Federico II de Alemania, al haber sido este excomulgado. Hombre valiente y hábil en el combate. Fallece el 28 de enero de 1.232.

ARMAND DE PÉRIGORD

16º Maestre del Temple



Armand de Périgord o Hermann de Pierre-Grosse (1.178-1.247), era Conde de Périgord. Entre 1.205 y 1.232 en que fue elegido Maestre de la Orden, lo había sido de Abulia y de Sicilia. Organizó el ataque de Caná, de Safita y de Séforis, como estratega no fue muy brillante, pues todas estas empresas se saldaron con desastroso fracaso reduciendo el poderío de la Orden. En septiembre de 1.239, Armand llega a un acuerdo en San Juan de Acre con el Sultán de Damasco, siguiendo el ejemplo de hospitalarios y teutones.

En octubre de 1.244 las fuerzas confederadas de Templarios, Hospitalarios y Caballeros Teutónicos, de acuerdo con el ejército del Sultán de Damasco, se enfrentan al Sultán de Egipto, aliado a su vez del imperio de Jwarizm, en la batalla de la Forbie, cerca de Gaza. La coalición de cristianos y musulmanes sirios fue vencida, dejando más de treinta mil hombres muertos en el campo de batalla. Es incierta la suerte que corrió el Maestre Armand de Périgord, no se sabe con certeza si murió en la batalla o fue hecho prisionero.

RICHARD DE BURES

17º Maestre del Temple



Richard de Bures (1.244-1.247), era el señor de Chastel Blanc y anteriormente había sido Comendador General de la Orden. La incertidumbre de si Périgord había o no muerto, llevó al Capitulo a elegir a un Maestre de manera provisional, en cuanto no se aclarase la cuestión.

GUILLAUME DE SONAC

18º Maestre del Temple



Guillaume de Sonac (1.247-1.250), perteneciente a una familia noble. Hay constancia de su participación en la toma de Damieta. Defendió al rey de Francia y queriéndole proteger, fue herido de muerte en la batalla de Mausourah el 3 de julio de 1.250.

RENAUD DE VICHIERS

19º Maestre del Temple



Renaud de Vichiers, natural de la Champagne. Anteriormente había sido Preceptor de Francia y Mariscal General de la Orden. Es elegido Maestre durante el asedio de Damieta. Interviene en la liberación del rey Luís IX (San Luís) que es capturado por los musulmanes en Mausourah y obtiene la libertad un mes después a cambio de ceder Damieta. Renaud de Vichiers fallece el 20 de enero de 1.256.

THOMAS DE BÉRARD

20º Maestre del Temple



Thomas de Berard (1.256-1.273). Vivió un periodo convulso de luchas con los hospitalarios siendo testigo de los progresos del sultán mameluco Baibars al Bunduqdari, quien poco a poco, fue obligando a los cristianos de Palestina a encerrarse tras los muros de San Juan de Acre, último baluarte cristiano en Jerusalén. Thomas murió en 1.273.

GUILLAUME DE BEAUJEU

21º Maestre del Temple



Guillaume de Beaujeu, (1.273-1.291). Natural de Beuajolais de donde deriva su apellido. Guerrero dotado de un gran carisma, talento y estrategia negociadora. Era comendador de Apulia cuando fue elegido Maestre en su ausencia. Le toca vivir el asedio de San Juan de Acre por el Sultán de Egipto Al-Ashraf Khabil hijo de Qalawun, realizando una defensa a la desesperada, efectuando incursiones temerarias para destruir las maquinas de guerra que asediaban San Juan de Acre. Muere durante la defensa de la ciudad tras ser alcanzado por una flecha que le penetra por la axila y se le incrusta en el pecho, era el 18 de mayo de 1.291. Con los resistentes se encontraban el Comendador de Acre Thibaud Gaudin y el Mariscal de la Orden Pierre de Sevry.

Se podría decir tanto y tan bueno de Guillaume de Beaujeu que nos pasaríamos horas escribiendo, pero esto es a “grosso modo” un poco de su historia.

THIBAUD GAUDIN

22º Maestre del Temple



Thibaud Gaudin 1.291-1.292), elegido Maestre, le corresponde vivir la pérdida del último bastión cristiano en Tierra Santa. Asume el mando de las tropas en San Juan de Acre, retirándose hacia Sidón y posterior embarco al Castillo de Sagette, donde es elegido Maestre en agosto de 1.291. Su mandato tan solo duraría ocho cortos meses, al morir el 16 de abril de 1.292.

JAQUES BERNARD DE MOLAY

23º y último maestre del temple







Jacques Bernard de Molay, (1.244-1.314), noble borgoñés que entra en la Orden en Beaume en 1.265. La expulsión de Tierra Santa, se convierte en una obsesión y organiza múltiples expediciones para su reconquista, sin recibir ayuda ni de reyes ni de otras ordenes.

Jacques de Molay el más conocido por ser el último Maestre de la Orden del Temple, pero el más desconocido por sus actos y no fueron pocos ni poco importantes, nunca debemos olvidar algo de él, Jacques Bernard de Molay dio su vida para preservar la del Temple.



En 1.298 los Templarios atacan y vencen al Sultán de Egipto, Malej Nacer consiguiendo entrar en Jerusalén.



En 1.299 cerca la ciudad de Edesa.



Ataca Siria y están a punto de recuperar Tartús (Tortosa)LOS MAESTRES DE LA ORDEN DEL TEMPLE
La Orden del Temple se caracteriza íntimamente con las Cruzadas. Nace como consecuencia de la Primera Cruzada y muere poco después de que se hiciera inviable el último proyecto de ellas, (la alianza entre cristianos y mongoles nestorianos), al comenzar el siglo XIV. Las Cruzadas y el Reino Franco así como la Orden del Temple, perdurarían por tanto, casi exactamente dos siglos, desde finales del siglo XI a principios del XIV.





EL ORIGEN DE LA ORDEN DEL TEMPLE





"Un Caballero de Cristo es un cruzado en todo momento, a hallarse entregado a una doble pelea: frente a las tentaciones de la carne y la sangre, a la vez que ante las fuerzas espirituales del Cielo. Avanza sin temor, no descuidando lo que pueda suceder a su derecha o a su izquierda, con el pecho cubierto con la cota de malla y el alma bien equipada con la fe. Al contar con estas dos protecciones, no teme a hombres ni a demonio alguno".



Corría el año del Señor 1.118 los cruzados occidentales gobiernan Jerusalén bajo el mandato del rey Balduino II. Es primavera y nueve caballeros, con Hugues de Payns a la cabeza, y a similitud de los ya existentes Caballeros del Santo Sepulcro, fundan una nueva orden de caballería, con el beneplácito del rey de la ciudad. Han nacido los Templarios.



El primer Maestre (que no Gran Maestre, como erróneamente se le suele llamar), Hugues de Payns nació en un noble caserío cercano a Troyes hacia el año 1.080 con una sólida educación cristiana y un hábil manejo de las armas, sintió desde muy joven la dualidad vocacional de monje y soldado. Probablemente se alistó en la Primera Cruzada antes de cumplir los veinte años, enrolado en las tropas del conde Hugues de Vermandois, hermano de Felipe I rey de Francia. Es durante esta cruzada de desbordante fe, cuando el joven Hugues se da cuenta que es posible unir sus dos vocaciones con la creación de una nueva orden de carácter religioso-militar, la primera de estas características, destinada al servicio en Tierra Santa. En medio de aquella vorágine de ejércitos cristianos no tardó en encontrar a otros ocho caballeros que participasen de su ideal y concepción de la vida.



LOS NUEVE FUNDADORES DE LA ORDEN DEL TEMPLE

Es significativo resaltar la donación por el rey Balduino II de Jerusalén, de la mezquita de Al-Aqsa en el Monte del Templo como sede de la nueva orden, de ahí su denominación. Es necesario indicar que en la época, se identificaba dicha mezquita con el emplazamiento exacto del Templo de Salomón, hoy sabemos que era mucho mayor y la mezquita solo ocupaba el atrio del templo, y por ello no es fácilmente explicable como a una recién fundada "policía de caminos", pues esa era la principal función de los Templarios en sus comienzos, se le fuera donado tan semejante emplazamiento, donde cabrían sobradamente varios miles de caballeros, teniendo que eran solo nueve hombres más los sirvientes y escuderos que pudiesen tener.



Un hecho que también contiene un cierto halo de misterio, es el hecho de que estos primeros nueve caballeros no admitiesen a nadie en la recién creada orden durante los nueve siguientes años de existencia. Algunas especulaciones relacionan esta decisión con una excavación secreta que hubiesen llevado a cabo en los sótanos del Templo, donde podrían haber buscado el Arca de la Alianza u otros objetos se suma importancia para el cristianismo, tarea de la cual únicamente tendrían conocimiento unos pocos elegidos. Así pues, parece ser que durante los primeros nueve años, los Caballeros del Temple no hacen otra cosa que defender los peregrinos en el peligroso pasillo que iba del puerto de Jaffa a las murallas de Jerusalén.



Un siglo después, el historiador Jacques de Vitry describe de esta manera extraordinaria lo que fue el origen del Temple.



"Caballeros agradables y sacrificados a Dios, ardientes de caridad, renunciando al mundo y consagrándose al servicio de Cristo, obligándose por una profesión de fe y votos solemnes, hechos ante el Patriarca de Jerusalén, a defender los peregrinos contra los salteadores y a esos hombres de sangre, a proteger las vías públicas, a combatir por el Soberano Rey, viviendo como canónigos regulares en la obediencia, en la castidad y sin propiedad. Los principales entre ellos fueron dos hombres venerables y amigos de Dios, Hugues du Payns y Godefroi du Saint-Omer. Al principio no fueron más que nueve en tomar una resolución tan santa. Llevando las ropas que los fieles les daban a titulo de limosnas, durante nueve años vivieron bajo el manto secular...como todavía no tenían iglesia, ni residencia fija, el señor rey les concedió por un tiempo una parte de su palacio, cerca del Templo del Señor. El abad y los canónigos del mismo templo les dieron también, para sus necesidades de sus servicios, la plaza que ellos poseían al lado del palacio del rey. Y como ellos tuvieron desde entonces su estancia cerca del Templo del Señor, fueron llamados en lo sucesivo Hermanos Caballeros del Templo."



En 1.127, el Maestre Hugues de Payns emprendió un viaje a Roma con el fin de obtener una definitiva aprobación pontificia, y que de ese modo el Temple se convirtiera en Orden Militar de pleno derecho. Balduino II regente de Jerusalén, escribió al entonces abad de Clairvaux, Bernardo para que favoreciese al primer Maestre de la Orden ante la Iglesia.



San Bernardo de Clairvaux o Claraval, uno de los iniciadores de la Orden del Cister en Francia, era a sus veinticinco años una personalidad espiritualmente arrolladora, incansable trabajador, fundador de numerosos monasterios, escribe a reyes, papa, obispos y monjes, redacta tratados de teología, está siempre en oración y batallando constantemente a los enemigos de la fe cristiana. Tenia además dos parientes cercanos entre los nueve fundadores de la Orden del Temple, (Hugues de Payns y André de Montbard, este último era su tío carnal), por lo que parece probable que ya tuviese conocimiento de la fundación de la Orden.



Como esta Orden colmaba su propia idea de sacralización de la milicia, recibió con gran entusiasmo la carta del rey Balduino y se convirtió en el principal valedor del Temple.



Los Templarios habían recibido de los canónigos del Santo Sepulcro la misma regla de San Agustín que ellos profesaban, pero el abad de Claraval quería algo más próximo y original para sus nuevos protegidos. Lo primero que hizo fue gestionar a favor de su pariente Hugues de Payns y los cuatro Templarios que le acompañaban, una acogida cordial y positiva por parte del Papa Honorio II. De acuerdo con la propuesta de San Bernardo, en la primavera de 1.128, se celebró un concilio extraordinario en Troyes, con nutrida asistencia de prelados franceses y de territorios próximos e infinidad de personajes eclesiásticos, todo bajo la presidencia de un legado papal, el Cardenal Mateo de Albano.



El hábil abad Bernardo de Claraval, que de una manera u otra estaba vinculado a la mayoría de los asistentes, expuso los principios y primeros servicios de la Orden, y luego supo responder con prontitud y acierto a todas las preguntas que le fueron formulando. El Concilio de Troyes, después de varias semanas de deliberación e interrogatorios, aprobó a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón con entusiasmo, a modo de institucionalización de las cruzadas. De esta manera quedó establecida oficialmente la Orden del Temple. El concilio instó a nobles, príncipes y reyes a que apoyasen a la nueva orden y encargó a Bernardo de Clairvaux que redactase una Regla personal para los Templarios.



La idea de San Bernardo fue la de adaptar la dura Regla del Cister, con arreglo a la cual la Orden organizó la vida monacal. Además de los votos ya conocidos, los Templarios debían pronunciar un cuarto voto, contribuir a la conquista y conservación de Tierra Santa, para lo cual, si fuese necesario, darían gustosamente la vida.



EXPANSIÓN DE LA ORDEN DEL TEMPLE



Las hazañas de los cruzados en Tierra Santa habían inundado de fervor religioso a las gentes de Occidente, y la ayuda al Temple, la orden que concentraba lo mejor de la Cruzada y que estaba avalada por el abad de Claraval y sus aliados, ofrecía a todos la posibilidad inmediata de participar en la defensa de los Santos Lugares.



Hugues de Payns se dirigió a Anjou y a Maine, donde cosechó gran éxito. Después recorrió Poitiers y Normandia, donde de alguna manera estaba emparentado con nobles y duques, así que fue bien acogido. Se le concedieron tierras y posesiones, e importantes donaciones de todo tipo, se le permitió reclutar gente, se le abrieron las iglesias y le dejaron hablar en las plazas. Allí Enrique I de Inglaterra le comunica que existe una gran expectación por el Temple en su país, por lo que el Maestre viaja a Inglaterra y Escocia, de donde consiguió traerse una cantidad considerable de buenos hombres avezados en la lucha. Desembarcó en Flandes y llegó a su Champagne natal en enero de 1.129, acompañado de gran número de nobles y caballeros que habían tomado la cruz.



Al mismo tiempo, los demás Templarios habían realizado una labor semejante en sus regiones de origen, Godofredo de Saint-Omer en Flandes, Payen de Montdidier en Picardía. Hugo de Rigaud obtuvo tal éxito en el sur de Francia (Languedoc), que tuvo que encargar a un Templario recién iniciado la continuación de su labor en España.



Todavía en ese mismo año, los cinco Templarios y su contingente de selectos reclutas descienden entre el clamor de ciudades y pueblos por el Valle del Ródano, para embarcarse hacía Jerusalén, donde son recibidos con gran triunfo en la Casa del Temple, donde habían enviado cantidades ingentes de oro y plata para ir preparando su colosal despliegue militar en Tierra Santa.



El primer Maestre podía sentirse satisfecho. Había dejado en Occidente una importante organización Templaria en marcha, que enviaría cada vez más recursos y hombres Ultramar. Esa retaguardia dirigida por los lugartenientes, con Hugo de Rigaud a la cabeza como Procurador de la Orden, extendió la presencia y el influjo del Temple por las regiones ya sondeadas por la primera expedición, y más tarde por otros reinos cristianos, como el Imperio Alemán, Italia y las Coronas de Aragón. Castilla y Portugal, donde se comprendió perfectamente el ideal Templario porque la Península Ibérica era también tierra de Cruzada.



No se conocen bien las actividades militares de los Templarios durante los años posteriores, hay poca información al respecto. Es probable que los Caballeros concentrasen sus recursos en la tarea para la cual habían sido destinados en un principio, proteger las rutas que solían transitar los peregrinos, exceptuando el frustrado asalto Damasco, proyectado por Balduino II, a la vuelta de Hugues de Payns con las fuerzas que había reclutado. La primera fortaleza importante asignada a los Templarios no se hallaba en el reino de Jerusalén, sino en la frontera más septentrional de las posesiones latinas, que eran las montañas de Amanos, que hacían de frontera entre el reino de Cilicia y el principado cristiano de Antioquia. En la década de 1.130, al Temple se le dio la responsabilidad de proteger esa región fronteriza. Para proteger el paso de Belén, en la marca de Amanos, ocuparon la fortaleza de Bagrás, a la que llamaron Gastón, un castillo edificado sobre un inexpugnable peñasco. Más al norte, para proteger el paso de Hajar Shuglan, ocuparon los castillos de Darbsaq y la Roche de Rousell. En la Cisterna Rúbea entre Jerusalén y Jericó, los Templarios construyeron un castillo, una estación vial y una capilla. En Bait Jubr at-Tahtani, un castillo y un priorato en la cima del Monte de la Cuarentena.



Desde un principio se quiso dejar claro que para los Templarios las obligaciones religiosas deberían de estar por encima de las militares, pues se entendía que un cristiano reconfortado con el favor divino se hallaría más dispuesto al martirio. Lógicamente no se suponía que los caballeros eran enviados a la muerte, ya que por su condición de excelentes guerreros lo más probable es que saliesen victoriosos de cualquier batalla.



En torno al abad de Claraval se agruparon Pedro el Venerable, Abad de Cluny, el Abad Suger de Saint-Denis, el Prior de la Cartuja y Esteban Harding Abad del Cister, impulsando entre todos ellos el nacimiento y crecimiento del Temple, favorecidos por la inmensa red de monasterios que obedecían a este grupo de abades aliados de Bernardo de Claraval.



Hugo de Payns y sus compañeros donaron al Temple sus tierras, con las que se construyeron las primeras encomiendas. Una riada de nuevos reclutas se incorporó a los trabajos de los cinco misioneros Templarios, llamados de todas partes para que explicasen su vocación, que sintonizaba perfectamente con el sentido cristiano y caballeresco de la época. Todos ellos recibían donaciones en calidad y cantidad sorprendentes, que en pocos años con el apoyo del Cister y Cluny, transformaron Europa en un verdadero entramado Templario.



El extenso recorrido de los cinco monjes-soldados por varios reinos después de la clausura del Concilio de Troyes fue verdaderamente triunfal, fueron acogidos con entusiasmo y generosidad desbordante, por reyes, príncipes, obispos, nobles y por el mismo pueblo.



Hugo de Payns, fundador de la Orden del Temple, falleció habiendo visto cumplido su sueño y su ideal, el 24 de Mayo de 1.136, se ignora la causa, aunque si se sabe que no fue en combate. Tres años después el Papa Inocencio II dictó la bula Omne Datum Optimum, dirigida al segundo Maestre de la Orden, Robert de Craón, que incorporaba al Temple grandes ventajas: quedaban eximidos de toda jurisdicción eclesiástica intermedia, estando sujetos solamente al Papa. Incluso el Patriarca de Jerusalén, ante quien los caballeros fundadores habían hecho sus votos, perdía toda autoridad ante la Orden. La bula permitía al Temple tener sus propios oratorios y autorizaba a los sacerdotes a unirse a la hermandad en calidad de capellanes, lo que hacía a los Templarios totalmente independientes de los obispados diocesanos, tanto en Ultramar como en Occidente. El Temple tenía derecho a percibir diezmos, pero no precisaba pagarlos, exención que hasta entonces solo se había concedido a los cistercienses.
"ACTA DE CONCILIO DE TROYES"

"Acta del Concilio de Troyes en el cual, como deja constancia Juan Michaelensis, nombrado escribano para la ocasión, San Bernardo de Claraval entrega a Hugo de Payns y a los demás Caballeros Templarios, la regla que en adelante deberían seguir, como Orden plena Caballería, Francia, en el año del Señor de 1.127."



A todos se dirige especialmente nuestra platica, á aquellos que desprecian seguir sus propias voluntades, y desean con pureza de animo militar al Supremo y Verdadero Rey, para que deseen tomar las excelentes armas de la obediencia, cumpliendo con exactísima atención, y perseverancia: por esto aconsejamos á vosotros que havéis abrazado hasta aora la milicia secular, en que Christo no fue la unica causa, sino el favor de los hombres, que perpetuamente os acelereis á asociaros á la unidad de aquellos, que el Señor eligió del monton de la perdicion , y dispuso con su piadosa gracia, para defensa de la Santa Iglesia: para esto, o Soldado de Christo, seas quien fueres, que eliges tan Santa conversacion, conviene que tú, acerca de tu profesion, lleves una pura diligencia, y firme perseverancia, que se conoce ser tan digna, santa, y sublime para con Dios, que si pura, y perseverantemente se observa por los Militantes, que dieron sus almas por Christo, mereceran obtener la suerte; porque en ella floreció, y apareció una Orden Militar, que dexado el zelo de la Justicia, intentaba, No el defender á los Pobres, ó Iglesias, como era de su instituto, sino robarlos, despojarlos, y aun matarlos; bien, pues, os sucede á vosotros, á quienes nuestro Señor, y Salvador Jesu-Christo, como amigos suyos os dirigio desde la Santa Ciudad á habitar en Francia, y Borboña, que no cessais, por nuestra salud, y propagacion de la verdadera Fé, de ofrecer al Señor vuestras almas en victima agradable á Dios. Finalmente, nosotros, con toda afeccion, y piedad fraternal, y a ruegos del Maestre Hugo, en quien la sobredicha Milicia tuvo principio, estando juntos, con ayuda de Dios, e influyendo el Espiritu Santo de diversa mansiones de la Provincia ultramontana, en la fiesta de San Hilario, año de la encarnacion del Señor 1.128, y del principio de la nueva Milicia el nono, merecimos oir de boca del mismo Maestre Hugo, el modo, y observancia de esta Orden Militar, capitulo por capitulo; y según la noticia de la pequeñez de nuestro saber, todo lo que en el presente Concilio no se nos pudo contar, y referir de memoria, lo pusimos, de conformidad, y con dictamen de todo el Capitulo, á la providencia, y discrecion de nuestro Venerable Padre Honorio II, y del inclito Patriarca de Jerusalén Esteban, esperto en la fertilidad, y necesidad de la Religion Oriental, y de los pobres Conmilitones de Christo; á la verdad, aunque un gran numero de Religiosos Padres, que en aquel Concilio se juntaron por Divina Inspiracion, apoya la autoridad de nuestro dictamen, no debemos pasar en silencio aquellos que vieron, y profirieron estas verdaderas sentencias, de que yo Juan Michaelensis, por mandato del Concilio, y del Venerable Abad de Claraval, a quien estaba encargado, y aun le era debido este assunto, mereci, por la Gracia Divina, ser escritor de la presente pagina.



Asistieron á la celebracion de efte Concilio Matheo, Obispo Alvanense Cardenal y Legado Apostolico, Raynaldo, Arzobispo Remense, Henrique, Arzobispo Senofense, y sus Sufraganéos, Rankedo, Obispo Carnotense, Gosleno de Soisons, el de Paris, Trecense, Orleans, el de Augerre, Meldense, cathalaunense, Laudunense, Belvacense, y el Abad de Beceliacense, que después fue Legado Apostolico, y Arzobispo de Leon, el Abad Cisterciense, Pontiniacense, el de Tres Fuentes, el de San Dionisio de Rhems, el Abad de San Esteban de Dijón, el Abad de Molismense, Alberico Remense, y Fulgerio Maestro, y otros muchos. De seglares, el Conde Theobaldo, el conde Nivernense, y Andres de Bandinento. Asistieron tambien el Maestro Hugo, con Fray Godofrido, Fray Rotallo, Fray Gaufrido, Bisól, Fray Pagano de Monte-Desiderio, y Archembando de Santo Amando, Cavalleros Templarios.





NOTA: El texto es traducción del original, por lo tanto está escrito en el castellano de la época y no guarda las mismas reglas ortográficas que hoy conocemos.
ORGANIGRAMA DE LA ORDEN DEL TEMPLE

"Destaca su excelente organización militar, la rapidez de sus movimientos y la facilidad con que saben prevenir cualquier ataque, como si fueran capaces de leer en el aire u oler al enemigo que todavía no es visto por los demás. Pueden ser pocos, pero valen por muchos..."

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En 1.163 quedó fijada la organización de la Orden del Temple. Hallándose todos bajo las órdenes del Maestre del Temple de Jerusalén. Aunque debía atenerse al voto de la mayoría del Capitulo para decidir las cuestiones más importantes: nombramientos de los distintos comendadores de provincias, declaraciones de guerra, firmas de armisticios, el acoso a una fortaleza y hasta la recepción de un nuevo hermano.



DIRECCIÓN DE LA ORDEN



MAESTRE



Solo respondía a la autoridad del Papa, aunque debía ser respetuoso con los obispos y con los reyes. Disponía de cuatro caballos, además de uno especial para el combate. Tenía a su servicio un secretario e interprete árabe, un soldado de caballería ligera, un herrero, un cocinero y dos criados de a pie.



SENESCAL



Segunda autoridad de la Orden del Temple, suplía al Maestre en sus ausencias.



MARISCAL



Mandaba a los Templarios en la guerra y en la batalla si el Maestre no se encontraba presente.



COMENDADOR DE JERUSALÉN



Tesorero y gestor de las finanzas de la Orden. Era asimismo el jefe de la marina Templaria y guardaba la Vera Cruz en las batallas. Se encargaba en la Ciudad Santa de la protección de los peregrinos y de la vigilancia de los caminos.



PAÑERO MAYOR O VESTIARIO



Era el encargado de la uniformidad de los caballeros, escuderos y sirvientes. También realizaba las tareas de secretario y escribiente. Asistía a las ceremonias de iniciación.



COMENDADORES TERRITORIALES



Estaban en Palestina (Acre) y Siria (Antioquia). De ellos dependía el conjunto de castillos de cada región.



TURCOPLERO



Jefe de la caballería ligera indígena, que formaba el escuadrón de los turcopolos.



COMENDADORES PROVINCIALES



Preceptores de las diferentes provincias en las que se dividía la Orden. Se encargaban de administrar las donaciones, cuidar de los hermanos que tenían a su cargo y debían enviar la mayor cantidad posible de fondos a Tierra Santa.



LOS MAESTRES DEL TEMPLE



Hugo de Payns de 1.118 a 1.136
Robert de Craón de 1.136 a 1.146
Everard des Barres de 1.146 a 1.149
Bernard de Tremelay de 1.149 a 1.153
Andrè de Montbard de 1.153 a 1.156
Bertrand de Blanchefort de 1.156 a 1.169
Philipe de Milly de 1.169 a 1.171
Eudes de St. Amand de 1.171 a 1.179
Arnaldo de Torroja de 1.179 a 1.184
Gerard de Ridefort de 1.185 a 1.189
Robert de Sablè de 1.191 a 1.193
Gilbert Erail de 1.193 a 1.200
Philipe de Plaissiez 1.201 a 1.208
Guillaume de Chartrès de 1.209 a 1.219
Pedro de Montaigud de 1.219 a 1.230
Armand de Perigord de 1.232 a 1.244
Richard de Bures de 1.245 a 1.247
Guillaume de Sonnac de 1.247 a 1.250
Reinald de Vichiers de 1.250 a 1.256
Tomás Berard de 1.256 a 1.273
Guillaume de Beaujeau de 1.273 a 1.291
Teobald de Gaudin de 1.291 a 1.293
Jacques de Molay de 1.293 a 1.314

CLASES COMBATIENTES





CABALLEROS



Flor y nata del cuerpo bélico Templario. Eran los únicos con derecho a portar el manto blanco con la Cruz Patèe. Disponían de tres o cuatro caballos para utilizarlos, si era preciso, sucesivamente.



SARGENTOS



Servían a los caballeros y se diferenciaban de estos en que vestían con manto pardo o negro con la misma cruz.



ESCUDEROS



También armados y a caballo, aunque no tan poderos como los caballeros.



SIRVIENTES



Formaban, con escuderos y caballeros, el grueso del ejercito Templario. Portaban armamento ligero y se ocupaban de los caballos del Caballero. Apoyaban a este con sus arcos y le daban protección.



TURCOPOLOS



Caballería ligera de cristianos nativos, que colaboraban con la Orden aunque no formaban parte de ella. Era por lo tanto un cuerpo bélico auxiliar.



CABALLEROS SEGLARES



Caballeros que hacían el voto de peregrinación y se ponían voluntariamente al servicio del Temple, y por lo general durante un tiempo limitado. Estos caballeros vivían en los conventos de la Orden, excepto si estaban casados y sus mujeres se encontraban con ellos en Tierra Santa, en cuyo caso residían fuera de los recintos religiosos.



CLASES MONÁSTICAS



ABAD DEL TEMPLE



Este personaje residía en Jerusalén, y era el superior de toda la división monacal de la Orden, que podía considerarse totalmente independiente de la militar.



SACERDOTES o CAPELLANES



Normalmente llamados capellanes. Asumían funciones únicamente religiosas y de atención espiritual a las demás clases de Templarios. Se encargaban asimismo del cuidado de las iglesias.



El contraste más evidente que podemos encontrar entre la parte monástica y la parte militar es de tipo cultural. Los Caballeros Templarios (como también escuderos y sirvientes) carecían generalmente de educación y de cultura, y eran con frecuencia analfabetos, (entre ellos incluso algunos Maestres). Los clérigos sin embargo, eran personas muy bien preparadas en las escuelas catedralicias, monásticas y en las universidades.



CUERPOS AUXILIARES



HERMANOS LEGOS



Desempeñaban tareas domesticas. También conocidos como donados.



COMPAÑEROS DEL SANTO DEBER



Llamados también compañeros de oficios, carpinteros, constructores, etc. Vivían en los establecimientos Templarios (castillos, conventos) y estaban vinculados a la Orden. Se encargaban, bajo la dirección de un Templario de cualquier grado, de la edificación y mantenimiento de los castillos y edificios de encomienda. Se incluyen aquí a los agricultores, que generalmente no pertenecían a la Orden sino que eran contratados por ella en condición de siervos y ocasionalmente, de esclavos.



COOPERANTES



Personas que admiraban a la Orden del Temple y la ayudaban, fuera de la vida conventual. Era la única clase en donde podían colaborar las mujeres. Se organizaban de forma autónoma.
EL TEMPLE EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

La Orden del Temple, tuvo una importancia vital en la Reconquista de la Península Ibérica. La aportación que la Orden hizo a los reinos de Aragón, Navarra, Castilla y Portugal todavía hoy no ha sido valorada en su justa medida. La primera participación de la Orden en una guerra fue en la Península, en Tierra Santa habían participado en algunas escaramuzas.



ALFONSO I "EL BATALLADOR"



Ramón Berenguer III, Conde de Barcelona y Señor de la Provenza pide en 1.131 entrar en la Orden del Temple coincidiendo con la presentación de la Orden en Toulouse. La entrada del Temple en la Península Ibérica coincide con el reinado de Alfonso I llamado "El Batallador". Para establecerse de forma definitiva en la Península, la Orden recibió del Conde de Barcelona el Castillo de Grañena y Alfonso I les donó la recién conquistada fortaleza de Calatrava.



Alfonso I fue un gran admirador de la Orden del Temple y decidió crear una Orden similar a la que denominó Orden de Montjoy. A la muerte de este la nueva orden tuvo que fusionarse al temple, aportando las inmensas posesiones que tenia en el sur de Aragón. Alfonso I murió en 1.134 durante el asedio de Fraga, dejando el trono sin descendencia legal, hace testamento de la Corona a las Ordenes del Temple, Hospital y Santo Sepulcro.

Los nobles aragoneses se oponen al testamento, y buscan una solución con las Ordenes, para que el trono no recaiga en el legitimo sucesor Alfonso VII de Castilla. Los nobles recurren a legitimar el derecho de sucesión, mediante el hermano de Alfonso I, Ramiro "El Monje", que era obispo y por tanto no podía tener descendencia. Piden una dispensa Papal para que Ramiro pueda tener hijos. Ramiro tiene una hija, Petronila, y es considerada como la legitima sucesora al trono del Reino de Aragón. Ramón Berenguer IV se casa con Petronila que pasa a ser Rey de Aragón, Barcelona y Provenza.

En septiembre de 1.143 los acuerdos recibieron el visto bueno de Robert de Craón, entonces Senescal del Temple.



El acuerdo con las ordenes establecía:



Creación de una nueva caballería, bajo potestad del Temple, que debía luchar contra los musulmanes.
Para generar fondos, se reserva el 20% de las tierras conquistadas a los moros más el 10% de la parte Real.
La cesión de los castillos de Monzón, Mongay, Barberá, Belchite, y Remolins.
El diezmo de todo lo que el rey posea, incluidos los tributos de la Taifa de Valencia.
El Papa, otorga por Bula, la cesión del diezmo eclesiástico. (Omne Datum Optimum).
La Orden del Hospital y la del Santo Sepulcro, renunciaron a la Corona a cambio de casas, terrenos y privilegios.



El Temple se constituyó como principal baluarte de los Reinos de Aragón y Cataluña, siendo el destino de todos los caballeros de la nobleza y receptora de importantes bienes aportados.



BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA



La derrota cosechada en Alarcos, sirvió para que los reyes cristianos se unieran y contaran con el apoyo estratégico y logístico de la Orden del Temple. La unión de los reyes, Alfonso VIII de Castilla, Pedro II de Aragón, Sancho VI de Navarra, la Orden del Temple, hospitalarios de Aragón, Orden de Calatrava y la Orden de Santiago, constituyó un ejercito organizado y consolidado, con grandes posibilidades de derrotar al ejercito almohade superior en fuerza numérica.

El día 13 de julio de 1.212, los ejércitos se encuentran en las llanuras de las Navas de Tolosa, en la provincia de Jaén. Las Ordenes del Temple, Calatrava y hospitalarios aragoneses, bajo el mando de Alfonso VIII de Castilla, forman el núcleo central del ejército. La Orden de Santiago, se desplegó por la izquierda bajo las órdenes de Pedro II de Aragón y por la derecha, actuaba el ejército de Sancho VI de Navarra, que a la sazón fue decisiva para el éxito de la batalla. Los almohades encadenados en círculo presentaban un ejército sin fisuras, en cuyo centro se resguardaba el Califa. Tras una desastrosa primera carga del ejército cristiano, los reyes retoman la decisión de un nuevo ataque, Sancho VI es el primero en romper el circulo almohade, y lo que al principio parecía una barrera inexpugnable se convirtió para los almohades en un inconveniente para continuar la batalla, Sancho VI llegó hasta la tienda del Califa, provocando el pánico entre los almohades e inclinando la victoria a favor de los cristianos. Desde entonces vemos en el escudo de Navarra las cadenas rotas, que Sancho VI adaptó como símbolo de la libertad de su reino.



JAIME I EL CONQUISTADOR



Jaime I de Aragón llamado "El Conquistador", fue educado por los Templarios desde los seis años en la Casa de la Orden en Barcelona y más tarde en la Fortaleza de Monzón, donde permaneció hasta los nueve años al cargo de Guillém de Montrodó. Durante dicho periodo asumió la regencia el Conde Sancho Raimundez, hijo de Ramón Berenguer IV y tío abuelo de Jaime I.

La conquista de una isla nunca fue tarea fácil, máxime si quien la realiza es un inexperto marino y carece de flota propia. Sin embargo, Jaime I emprendió la conquista de Mallorca asistido por la flota y logística Templaria y un pequeño número de Templarios.

Como agradecimiento Jaime I hace donación a la Orden del Castillo y de la Judería (barrio judío), más la tercera parte de la ciudad de Palma, la porción de tierra necesaria para mantener unos seiscientos caballeros, hornos, molinos y el puerto de Palma. Encarga la conquista de Menoría al Templario Ramón de Serra que luego seria Maestre Provincial de la Orden. Igualmente encarga a Guilém de Cardona, Comendador de Miravet más tarde también Maestre Provincial de la Orden, la conquista de Valencia. Como compensación la Orden recibe la donación de una parte de la ciudad, concretamente el arrabal de Al Russafí (Barrio de Ruzafa) y la Puerta y Torre de Al Sachar, lo que hoy se conoce como Plaza, Palacio e Iglesia del Temple.

En 1.265, con la ayuda de los Templarios, Jaime I toma Murcia, que se había sublevado. La campaña la dirigió el Mariscal del Temple en Aragón, Pere de Queralt. Murcia era vasalla de Castilla, pero con la ayuda de Granada consiguió su independencia.

Jaime I "El Conquistador" falleció en Alcira (Valencia) el 27 de julio de 1.276.



LA ORDEN DEL TEMPLE EN LA CORONA DE ARAGÓN



1.147-1.148, conquistas de Tortosa y Lérida. La Orden recibe una parte de Tortosa, adquiriendo la totalidad al comprar las partes del rey y de la flota genovesa. De la conquista de Lérida, obtienen la plaza de Gardeny y el Castillo de Corbins.
En 1.153, en agosto los Templarios dirigen la conquista de la fortaleza de Miravet, que protegía el valle del Ebro. El castillo por su emplazamiento y situación estratégica era considerado el bastión más importante de los musulmanes. La posesión del Castillo de Miravet permitía a los Templarios el control del Ebro catalán, desde Mequinenza hasta el mar. Compran a la Corona las poblaciones de Horta y Ascó.
En 1.162, muere Ramón Berenguer IV. Los Templarios protegen durante la minoría de edad a Alfonso II, hijo de Petronila de Aragón y de Ramón Berenguer IV.
En 1.187, se produce el asentamiento de la Orden del Temple en Ponferrada, el primer Maestre es Guido de la Gard.
En 1.194, se establece el Tratado de Tordehumos entre los reyes de Castilla y León, por el que ambos reyes intercambian cinco castillos en el territorio del otro. La custodia de los castillos en tierras de Castilla, bajo soberanía leonesa es encargada a los Templarios, que así garantizaban la seguridad en el Camino de Santiago.
En 1.196, la Orden de Mont Gaudí, cuya sede estaba en Montfragüe, entrega todas sus posesiones y caballeros a la Orden del Temple de Aragón.
En 1.197 la Orden toma posesión del Castillo de Cantavieja y centran la atención en la franja comprendida entre Castellón y Teruel, denominada Maestrazgo, que proviene de Maestre.
En 1.212 participan en la Batalla de las Navas de Tolosa, al lado de Pedro II de Aragón, siendo la punta de lanza del ataque.
En 1.213 fallece Pedro II, cuando acude a la defensa de su señorío en el Languedoc. La mayoría de la población era cátara. La Orden tenia que optar por tomar parte, entre ayudar al rey Pedro II y luchar a favor de los cátaros, o abstenerse de participar en la Cruzada Albigense promulgada por Inocencio III contra los cátaros, prevaleciendo su obediencia al Papa, aunque el ejército Templario nunca llegó a empuñar la espada contra los cátaros. El joven Jaime I fue hecho prisionero por Simón de Monfort. Huérfano Jaime I, es acogido en la Orden por deseo del Papa Inocencio III y de su madre Maria de Montpellier.
En 1.229-1.231, conquistas de Medina Mayürqa (Mallorca) y Menorca.
En 1.238 conquista de Valencia.
En 1.296 conquista de Murcia.

CRÓNOLOGIA DE LA ORDEN DEL TEMPLE EN LA CORONA DE ARAGÓN

· 1.147-1.148, conquistas de Tortosa y Lérida. La Orden recibe una parte de Tortosa, adquiriendo la totalidad al comprar las partes del rey y de la flota genovesa. De la conquista de Lérida, obtienen la plaza de Gardeny y el Castillo de Corbins.

· En 1.153, en agosto los Templarios dirigen la conquista de la fortaleza de Miravet, que protegía el valle del Ebro. El castillo por su emplazamiento y situación estratégica era considerado el bastión más importante de los musulmanes. La posesión del Castillo de Miravet permitía a los Templarios el control del Ebro catalán, desde Mequinenza hasta el mar. Compran a la Corona las poblaciones de Horta y Ascó.

· En 1.162, muere Ramón Berenguer IV. Los Templarios protegen durante la minoría de edad a Alfonso II, hijo de Petronila de Aragón y de Ramón Berenguer IV.

· En 1.187, se produce el asentamiento de la Orden del Temple en Ponferrada, el primer Maestre es Guido de la Gard.

· En 1.194, se establece el Tratado de Tordehumos entre los reyes de Castilla y León, por el que ambos reyes intercambian cinco castillos en el territorio del otro. La custodia de los castillos en tierras de Castilla, bajo soberanía leonesa es encargada a los Templarios, que así garantizaban la seguridad en el Camino de Santiago.

· En 1.196, la Orden de Mont Gaudí, cuya sede estaba en Montfragüe, entrega todas sus posesiones y caballeros a la Orden del Temple de Aragón.

· En 1.197 la Orden toma posesión del Castillo de Cantavieja y centran la atención en la franja comprendida entre Castellón y Teruel, denominada Maestrazgo, que proviene de Maestre.

· En 1.212 participan en la Batalla de las Navas de Tolosa, al lado de Pedro II de Aragón, siendo la punta de lanza del ataque.

· En 1.213 fallece Pedro II, cuando acude a la defensa de su señorío en el Languedoc. La mayoría de la población era cátara. La Orden tenia que optar por tomar parte, entre ayudar al rey Pedro II y luchar a favor de los cátaros, o abstenerse de participar en la Cruzada Albigense promulgada por Inocencio III contra los cátaros, prevaleciendo su obediencia al Papa, aunque el ejército Templario nunca llegó a empuñar la espada contra los cátaros. El joven Jaime I fue hecho prisionero por Simón de Monfort. Huérfano Jaime I, es acogido en la Orden por deseo del Papa Inocencio III y de su madre Maria de Montpellier.

· En 1.229-1.231, conquistas de Medina Mayürqa (Mallorca) y Menorca.

· En 1.238 conquista de Valencia.

· En 1.296 conquista de Murcia.
CRÓNOLOGIA GENERAL DE LA ORDEN

1.095 El Papa Urbano II llama a los cristianos a la Cruzada.
1.099 Jerusalén es tomada por los cruzados.
1.118-1.119 Hugo de Payns funda la Orden del Temple.
1.128 El Concilio de Troyes establece la Regla del Temple.
1.130 Bernardo de Claraval escribe "Liber ad Milites Templi de Laudae Novae Militiae" a instancias de Hugo de Payns.
1.139 El Papa Inocencio II crea la figura del capellán del Temple, independiente de la jurisdicción episcopal.
1.146 Bernardo de Claraval predica la II Cruzada.
1.148 En el Capítulo General celebrado el 27 de abril el Papa Eugenio III establece que quienes ostenten el grado de Caballero en la Orden del Temple añadan a sus blancos mantos una cruz bermeja que cruce su corazón, "para que tal signo triunfante les sirva de escudo y así no vuelvan grupas ante ningún infiel".
1.150 Fracaso de la II Cruzada.
1.153 Salah ed-Din comienza sus incursiones en Palestina.
1.187 Jerusalén es tomada por Salah ed-Din.
1.189 Comienza la III Cruzada, al mando de Federico I Barbarroja (Alemania), Felipe Augusto (Francia) y Ricardo Corazón de León (Inglaterra).
1.192 Ricardo Corazón de León, disfrazado de Templario, intenta regresar a Inglaterra atravesando Europa, siendo capturado por el Duque de Austria. Liberado posteriormente, desembarca en Inglaterra en 1.194.
1.199 Preparativos para la IV Cruzada.
1.200 Wolfran Von Eschenbach escribe su "Parcival".
1.204 Los cruzados saquean Constantinopla.
1.218 Los efectivos de la V Cruzada atacan Damieta.
1.220 Primera irrupción de los mongoles en Siria-Palestina.
1.221 Desastre de la V Cruzada en ruta hacía El Cairo.
1.239 El Papa Gregorio IX ordena la predicación de una nueva Cruzada.
1.244 Los turcos Corasmios toman Jerusalén.
1.248 Comienza la Cruzada de Luís IX de Francia, (S. Luís)
1.250 Derrota en Mansura. Los mamelucos se hacen dueños de Egipto.
1.254 Luís IX regresa a Francia.
1.261 Urbano IV es elegido Papa.
1.270 Muerte de Luís IX en Túnez.
1.280 Tregua de diez años entre los cruzados y Egipto.
1.285 Philippe le Bel (Felipe IV de Francia), sube al trono de Francia.
1.291 Muerte de Guillermo de Beaujeu en Acre y pérdida de Tierra Santa.
1.296 Discrepancias entre Bonifacio VIII y Felipe VI.
1.298 Jacques Bernard de Molay es elegido Maestre del Temple.
1.302 El Concilio de Roma obliga a Felipe IV, a contar con la aprobación del Papado para el cumplimiento de su política.
1.303 Bonifacio VIII excomulga a Felipe IV, quien a su vez encarga al canciller Guillermo Nogaret la detención del Papa. A la muerte de Bonifacio VIII accede al Papado Benedicto XI, que absuelva a Felipe IV, pero no a Nogaret. Morirá poco después.
1.305 En Francia y Aragón comienzan los rumores contra los Templarios. Bertrand de Got, Clemente V es elegido Papa.
1.306 Felipe IV, escaso de liquidez, confisca los bienes a los judíos y lombardos, después de orquestra una campaña contra ellos que acaba en graves desórdenes. La reestructuración económica que propone da lugar a una revuelta popular que le obliga a esconderse en la Casa del Temple de Paris, donde se halla el banco más importante de la Orden y donde la codicia de Felipe IV crece.
1.307 Después de alertar a Jacques de Molay, el Papa permite que Felipe IV abra una investigación sobre los Templarios.
13 de octubre Un día después de que Jacques de Molay haya acompañado al rey en un acto fúnebre, todos los Templarios de Francia, excepto los del Languedoc, son detenidos.
25 de octubre Primeras confesiones en público de Jacques de Molay y otros Templarios sometidos a tortura.
27 de octubre Carta de protesta de Clemente V al rey de Francia.
17 de noviembre Bula papal que ordena el arresto en toda Europa de los Templarios.
Diciembre Felipe IV se muestra dispuesto a entregar a los prisioneros a la custodia del Papa.
1.308 Clemente V descalifica a los inquisidores, dando pie a que Jacques de Molay se retracte de su confesión. El rey crea una campaña de opinión dirigida a desacreditar al Papa.
27 de mayo En Poittiers, el rey vuelve a presionar al Papa para que se muestre con dureza ante los Templarios.
17-20 de agosto El Maestre y los demás Templarios no son conducidos a Poittiers donde espera el Papa para su interrogatorio, sino a Chinón, para ser interrogados por orden de Nogaret.
1.309 Apertura de un nuevo proceso contra los Templarios. El Papa traslada su residencia a Avignón.
1.310 Felipe de Marigny, hombre de Felipe IV, promovido a obispo, manda que quemen a cincuenta y cuatro Templarios.
1.311 Se inaugura el Concilio de Vienne (Francia).
1.312, 3 de abril En la apertura de la segunda sesión del concilio se produce la lectura de la Bula Papal Vox in Excelsis, que decreta la extinción del Temple.
2 de mayo La Bula Ad Providiam otorga los bienes del Temple a los hospitalarios, con excepción de los de la Península Ibérica.
Viernes 18 de marzo de 1.314 Juicio y retractación de Jacques de Molay y del Preceptor de Normandia Godofredo de Charnay, ese mismo día serán asesinados en la hoguera frente de Notre Dame, en la Isla de la Citè.
20 de abril Muerte del Papa Clemente V.
29 de noviembre Muerte de Felipe IV.
EL RITO DE ARMAR CABALLEROS EN LA EDAD MEDIA

Una tradición variable para el ingreso en el ordo caballeresco. José Manuel Rodríguez García

Aparecido en el nº de Mayo de 2006 de la revista Historia de Iberia Vieja

Las virtudes arman al caballero cristiano. En el apéndice catequético del Concordantiae Caritatis, de Ulrich of Lilienfeld. Budapest, Kegyesrendi Központi Könyvtár MS CX 2, fol 253r.

El Orden de la caballería, que constituye un grupo nobiliar, fue primordialmente, y sobre todo en origen, el grupo militar de los protectores de la sociedad y la fe cristiana. Como decía Alfonso X en su segunda partida, el miles (que él traduce por caballero aunque en su sentido etimológico podría ser cualquier soldado), es un hombre especial, que al igual que Dios eligió entre los más duros para acaudillar militarmente a su pueblo contra Gedeón, es seleccionado por los monarcas y dirigentes, uno en mil, entre los más preparados física y moralmente, para soportar los peligros y esfuerzos que acarrea defender el código de la caballería, y convertirse en defensores de la ley (fe), la tierra y el rey (y por extensión del pueblo).

El ingreso en el ordo o clase de la caballería, aunque atestiguado al menos desde el s. XI, como un ritual, no tiene sus primeras plasmaciones doctrinales hasta finales del s. XII y, sobre todo, en el s. XIII. Ciertamente, y remitiéndonos a las fuentes documentales, debió de existir una evolución en la elaboración de este rito; en origen la imposición del cíngulo militar, a lo que habría que añadir diferencias locales, según se constata en diversas obras europeas.

En el siglo XI, el acto debió circunscribirse al aspecto más puramente militar, al acto de armarse con todas las armas, sobre todo la espada. A partir de la segunda mitad del s. XII se atestigua otro gesto fundamental en este rito, la "pescozada".

La "pescozada", o espaldarazo, era algo relativamente reciente para 1170, como lo refleja Lamberto de Ardres. Incluso el autor tiene que dejar claro que, por ejemplo, cuando el hijo de Balduino de Flandes, Arnulfo, con motivo de recibir la espada de caballero, en 1187, recibe la "pescozada" de su padre, el hijo no tenía que devolvérsela (la pescozada). Para España la primera referencia a la pescozada, aparece en el fuero de Cuenca, de principios del s. XIII. Sin embargo las fuentes no dejan claro en qué consistía esta pescozada, aunque lo más probable es que se tratase de una bofetada en la cara. De ahí se pasaría al espaldarazo o golpe en la espalda y finalmente al golpe de la espada en la cabeza del investido (ya en el s. XV)

Si bien el código caballeresco es bastante uniforme, al menos desde el s. XIII (en parte gracias a la homogeneidad de un grupo social con funciones bien definidas hasta entonces, el papel homogeneizador de las cruzadas y los libros de caballería -como el ciclo artúrico-), el rito no lo será tanto.

La segunda partida de Alfonso X (ca. 1280) junto con el Libro de la caballería de Ramón Llull son las obras de referencia que intentan fijar un ritual que se podría tomar como modelo.

Para el rey castellanoleonés los caballeros han de ser nobles de linaje (algo que luego variará con el tiempo). Los pasos a seguir serían los siguientes:

El aspirante, en primer lugar, debe pasar el día anterior en vigilia. Además debe estar vestido lo mejor posible, para lo cual será ayudado. Esa limpieza debe ser tanto física (paños y cuerpo), como espiritual. En curiosos hacer notar que Alfonso se toma la molestia en puntualizar que el ir limpio, y tomar los dos baños, (al principio de la vigilia y luego, antes de la propia ceremonia de la investidura) no implica un menoscabo de las cualidades varoniles del candidato, ni de su fortaleza, ni de su crueldad necesaria. En ese estado de recogimiento que debe ser el de la vigilia, se le informará de todo los trabajos y sufrimientos que ha de pasar al tomar la caballería. Acto seguido se pondrá a orar de rodillas, todo lo que pueda, pidiendo el perdón de sus pecados y la asistencia divina en la tarea que se le presenta. En cuanto a la vestimenta Alfonso X deja claro que antiguamente se hacía con toda las piezas armadas puestas (aunque no está claro si eso se mantiene en su ceremonial). Eso vendría a explicar la anotación de que posará de hinojos todo lo que sufra, ya que no era nada cómodo arrodillarse y mantenerse en esa postura completamente armado.

Así se supone que también pasaría la noche. En la mañana de la investidura se volvería a arreglar y descansaría brevemente en una cama. Acto seguido pasaría a oír misa.

Una vez concluida se presentará el que le ha de armarle caballero y le interrogará si está dispuesto a la investidura. Ante la respuesta afirmativa le ayudará a calzarse las espuelas, y le ceñirá la espada.

Una vez concluido todos los preparativos previos, y con la espada desenvainada se trasladará, si hace falta, al lugar de la ceremonia donde procederá a realizar un juramento triple: no dudar en morir por su ley (fe cristiana), por su señor natural, y por su tierra. Juramento que a veces so obviará más tarde.

Una vez pronunciado el juramento se le da la pescozada, para que no olvide lo que ha jurado. Al tiempo, los oficiantes y el postulante pedirán Dios no se lo permita olvidarlo. EL penúltimo acto es el beso (en el siglo XII se especifica que es en la boca) que se dan el nuevo caballero y quien le ha dado la pescozada, como símbolo de fe y de paz. Lo mismo hacen todos los caballeros presentes en señal de hermandad.

EL siguiente rito es el de ceñir la espada. Recordemos que la espada había quedado desenvainada. Ahora, el que se llamará padrino, será el que le ciña de nuevo la espada al caballero novel. Este padrino puede ser su señor natural, un caballero honrado o un caballero bueno de armas. Por último ya sólo quedará festejarlo con un gran banquete e incluso con algún torneo (aunque lo prohibiese la iglesia), coincidiendo con fechas señaladas en el calendario.

Conforme pase el tiempo ese ritual se va a simplificar en gran medida. EN parte por lo costoso de todo el ceremonial, en parte por el ingreso de pecheros (que además de estar imbuidos de ciertos ideales noble-caballerescos, buscan la confirmación de la exención del pago de impuestos al entrar en este orden nobiliar), y en parte porque cada vez se atestiguan menos ceremonias urbanas.

EL ceremonial para fines del s. XIV y el s. XV se ha reducido a ciertos puntos básicos. La limpieza y riqueza en la vestimenta del postulante y oficiantes. La vigilia de armas durante la noche (si es posible en una iglesia y si no, no importa) y, por último, el espaldarazo con la espada, que se ciñe el nuevo caballero.

Las armas, y la espada, no sólo se supone que son las herramientas básicas del nuevo caballero, sino que tienen una profunda simbología, que todos los manuales, incluido los de ingreso a las ordenes militares, se encargan de reseñar. Incluso físicamente, por dónde se colgaba la espada, se debería poder distinguir a un caballero de otro que no lo fuera, o un escudero. Así, el caballero la llevaría ceñida a la cintura, mientras que los escuderos la llevarían al cuello (al menos hasta principios del s. XIV). Otro rasgo distintivo sería el de las espuelas, siendo las de los caballeros de oro, y de plata las de los escuderos.

Desde fines del mismo s. XIII, el número de investiduras cae considerablemente. La explicación suele ser económica. El armarse caballero era un negocio extremadamente caro, sobre todo para el caballero novel, pero también para el oficiante.

La máxima decía: "no todos los nobles son caballeros, pero todos los caballeros deben ser nobles". Ahora bien, desde fines del s. XIV se atestigua la incorporación de pecheros (burgueses, comerciantes, sin nobleza de linaje), en el ordo ecuestre. El acto les confiere el título de hidalguía, pasan a formar parte de la nobleza. Pero la nobleza tradicional, y más aquellos que siguen creyendo en los valores tradiciones del orden de la caballería, se mostrarían profundamente contrariados. Así, Pero Niño, el famoso protagonista de la crónica del Victorial, y otros nobles afines se ocuparán de recalcar, no sin cierta amargura: "no todos los que ciñen espada son caballeros". Con ello se refería al cada vez más reducido grupo, que dentro de los "caballeros", seguían creyendo y obrando según el antiguo ideal, el de una caballería cuya máximo valor era la fidelidad y el sacrificio militar.